MODELO EDUCATIVO WALDORF
Lila: Jardín de Infancia Waldor Querétaro. Foto de cortesia
Claudia Borbolla | Guía Waldorf
La mejor forma de explicar por qué la Pedagogía es única entre
las demás opciones disponibles puede leerse en los objetivos de esta educación:
“producir individuos que sean capaces, por y para sí mismos, de imprimir
significado a sus vidas”.
La meta de Waldorf
es educar al ser humano completo: “cabeza, corazón y manos”. Esto se realiza
con un currículo amplio que involucra tanto lo académico como las actividades
prácticas y artísticas, todas estas áreas en equilibrio.
Los maestros
Waldorf se dedican a cuidar que el amor por aprender, inherente al ser humano,
permanezca vivo dentro de cada niño y niña.
A través del uso
libre del arte, movimiento y otras actividades prácticas al servicio de las
materias tradicionalmente académicas, se desarrolla en los estudiantes una
motivación interna para aprender. Esto permite descartar del todo la necesidad
de evaluaciones y calificaciones competitivas y estandarizadas.
Las características
únicas de la educación Waldorf son:
· Quitar el énfasis
en el trabajo académico e intelectual en los primeros años escolares. No hay
contenido académico formal en los primeros 7 años de vida del niño (aunque
existe un minucioso cultivo de las habilidades pre-académicas).
· Durante el
segundo septenio de vida (de primero a octavo grados), los alumnos tienen un
solo maestro o maestra principal, aunque tengan diferentes maestros de otras
materias.
· Ciertas
actividades que normalmente se consideran “adicionales” en las escuelas
tradicionales, son centrales en la educación Waldorf: arte, música,
agricultura, construcción, modelado, etc. Todos los niños aprenden a tocar la
flauta desde los primeros grados de primaria, y a tejer y pintar con acuarela.
· No existen
“libros de texto”. Los niños tiene cuadernos “de clase principal”, que son sus
propios cuadernos de trabajo. En realidad, producen sus propios “libros de
texto”, en los que registran lo aprendido cada día.
· El aprendizaje en
una escuela Waldorf es una actividad no competitiva. No existen las
calificaciones; el maestro de grupo escribe una evaluación cualitativa detallada
2 a 3 veces por año para cada niño.
· El uso de medios
electrónicos es desalentado, no existen clases de computación.
· Las escuelas
Waldorf demandan un gran trabajo personal en padres y maestros, resultando en
el mayor bienestar y armónico desarrollo de los niños y niñas.
Pertenecer a una
comunidad Waldorf nos da la oportunidad de explorar y participar en una forma
de organización auténticamente democrática, en la que los niños son quienes
son, sin calificaciones, evaluaciones ni competencia
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